miércoles, 11 de noviembre de 2009

Los niños, el verdadero futuro de México.


¿Qué podría hacer que nuestro país cambiara? ¿Cómo podríamos lograr una mayor participación ciudadana en las cuestiones políticas y electorales de nuestro país?, la respuesta es muy sencilla y complicada a la vez, pues comparto enteramente lo comentado por el Dr. Juan Cajas Castro, en un estudio realizado por varios países latinoamericanos como Uruguay, Chile y Paraguay sobre la educación cívica en América Latina, en el sentido de que se necesita una educación cívica bien estructurada, dirigida a niños, jóvenes y adultos, siendo lo complicado planear y aplicar una estrategia para conseguirlo. A continuación daré mi punto de vista en cuanto a la educación cívica, apoyándome y rescatando lo que a mi parecer fue interesante y en mayor medida rescatable de la propuesta del Dr. Cajas y que a su vez comparto. Así como también me basaré en experiencias propias y trabajadas buscando una educación en la comunidad, ya que durante 3 años mi principal trabajo fue concientizar a la ciudadanía de la importancia de la participación ciudadana, de no callarse y defender nuestros derechos, de decir no a la corrupción y de formar una cultura cívica entre los quintanarroenses.

El analfabetismo está muy relacionado con la ignorancia y a su vez con la poca participación ciudadana, basta el siguiente ejemplo, en el 2006 Chihuahua, Guerrero y Chiapas tuvieron el mayor número de abstencionismo y curiosamente Guerrero con el 17.6% y Chiapas con el 21.5% son 2 de las entidades con mayor número de analfabetos en todo el país.

Aquí lo interesante sería un Acuerdo entre Gobierno, Autoridades de la Educación y el mismo Instituto Federal Electoral, y en su caso hasta la misma Iniciativa Privada, para aplicar un Proyecto previamente analizado, estudiado y aprobado con la finalidad de impartir una educación cívica a todo el ciudadano, desde el niño de primaria, hasta niveles universitarios, así como talleres a padres de familia con la finalidad de reforzar esta educación cívica.

En tal virtud sería importante en el Proyecto propuesto, tuviera un carácter permanente, es decir que la educación cívica fuera una materia tan importante como lo son las matemáticas o la física para el alumnado, al mismo tiempo que esto estuviera respaldado por la misma Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 3, con la finalidad de que no pudieran modificarse o en su caso desaparecer la materia tan fácilmente por cuestiones políticas del momento.

He mencionado la participación del IFE en este proyecto porque en su artículo 132 punto 1 inciso a de su Código el COFIPE, se faculta al IFE para elaborar y proponer programas de educación cívica y capacitación electoral….

Una vez elaborado el Proyecto por personas con capacidad para ello, como Abogados, politólogos, psicólogos, pedagogos, comunicólogos, le dieran impulso a través de los medios de comunicación por ejemplo, personalidades destacadas por su trayectoria, confianza y credibilidad al ciudadano, es importante que el destinatario del proyecto crea en las personas que lo promuevan para que con entusiasmo asuma sus obligaciones cívicas.
Hemos mencionado que los destinatarios serían principalmente los niños, porque ellos son materia limpia, es decir, son susceptibles de aprender y asimilar conocimientos y valores a través de la escuela donde pasan gran parte del día. Los padres de familia y en especial las mujeres porque nosotras somos en una familia casi siempre las transmisoras de valores y creencias culturales hacia nuestro hijos. Y a los jóvenes porque son el futuro de la sociedad, además de que un enorme sector de la ciudadanía mexicana esta conformada por jóvenes, y el inyectar a los jóvenes los valores de la democracia y de la participación ciudadana es una apuesta hacia el futuro mismo de nuestro país.

Otro punto muy importante es que el Proyecto, como todo proyecto educativo, estuviera respaldado por una serie de metodologías pedagógicas atractivas, sencillas y adecuadas al sector social al que va dirigido, pues ningún proyecto tendrá éxito sino se llega adecuadamente a su destinatario, utilizando las herramientas adecuadas para su comprensión y puesta en práctica del aprendizaje. Es como en la escuela si el maestro aunque te encuentres a niveles altos como el posgrado no utiliza las herramientas adecuadas para lograr nuestra atención y retención, no aprenderemos.

Siempre en proyectos fuertes principalmente al inicio de ellos, se necesita de mucha gente que de a conocer el mismo, lo impulse. En este sentido el Proyecto podría ser impulsado principalmente por los jóvenes universitarios de carreras afines como abogados, psicólogos, politólogos, comunicólogos, pedagogos, etc., quienes siempre tienen que prestar un servicio social para poder titularse, aquí sería el IFE quien podría convocar a los muchachos para formar parte de sus programas de educación cívica.

Comentario a lo anterior es que esta invitación si funciona y los jóvenes participan con mayor entusiasmo, primero por obligación pero con el tiempo le toman amor a su servicio social, situación que puedo afirmar pues también la viví con el proyecto de observadores electorales mencionado en blogs anteriores.

Por todo lo anterior me permito afirmar que la educación cívica constituye una ayuda muy importante para la formación de una cultura política democrática de los mexicanos y a su vez de la misma integridad del ciudadano. Su contribución sería formar ciudadanos más comprometidos, democráticos y participativos con su país, y de allí saldrían nuestros futuros gobernantes, de los jóvenes y los niños que si los contagiamos de ética, valores y responsabilidad tendremos un México mejor.

En conclusión el Proceso Electoral en México, en términos generales trata de ser bueno, pues por propia experiencia puedo afirmar que el Instituto Federal Electoral en su estructura, organización y esmero durante las elecciones es admirable, pues las jornadas son maratónicas y muy cansadas, sin embargo considero que el Proceso Electoral podría ser más democrático si el IFE promoviera la educación cívica, no quitando el dedo del renglón hasta obtener los resultados esperados, una participación ciudadana más activa y por ende un México más democrático y con valores en la integridad de su gente.

O bien si no fuera el IFE el que lo impulsara, la misma Iniciativa Privada, que no es burocracia, lo promoviera, pues existiendo un país mejor, con mejores personas con ética y valores, seríamos un país más confiable en todos los sentidos, por ejemplo seguridad y economía lo que nos haría más vulnerables de ser visitados por el extranjero y a su vez se realizaran más negociaciones internacionales que finalmente beneficiarían al mexicano al crearse más fuentes de trabajo.
En fin es momento de despertar y no quedarse con los brazos cruzados, sacúdete de todas las porquerías que estamos contaminados, el desanimo, el pesimismo y comienza a soñar con los ojos abiertos, porque sólo quien se esfuerza por alcanzar sus ideales es quien los obtiene.

1 comentario:

  1. Creo que tienes razón en el sentido de que no se da mucha importancia a la educación cívica en México, pero también pienso que los niños hacen lo que hacemos los adultos, entonces pues si en las clases les dan civismo pero ven a sus papas darle "mordida" al poli pues, así no funciona, no crees??

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