miércoles, 21 de octubre de 2009

La Bondad ¿un valor de la humanidad?

"Lo que me asombra es no haber abandonado por completo mis esperanzas, que parecen absurdas e irrealizables. Y sin embargo, me aferro a ellas a pesar de todo y sigo creyendo en la innata bondad del hombre", pensamiento escrito por Anneliese Marie Frank, mejor conocida como Ana Frank, adolescente judía alemana que describió en su diario la vida de su familia oculta en Holanda y perseguida por el gobierno nazi alemán, quien a pesar de haber vivido 2 años escondida en el desván de un edificio seguía creyendo en la innata bondad del hombre.
Este artículo lo escribo inspirándome en un Ensayo que hace unos meses leí en donde practicamente se destrozaba al ser humano, en donde se decía que deberíamos sentir asco y vergüenza al referirnos a nosotros mismos, en donde el autor decía que el hombre se distinguía de los demás seres vivos por su capacidad homicida... entre otras cosas con las cuales en su gran mayoría difiero por completo.
Es verdad que la esencia del hombre se ha degenerado a través de la historia, guerras mundiales, guerras religiosas, no importa, la sangre de tanta gente inocente se ha derramado por la tierra que los vio nacer, que les dio la vida, niños llenos de inocencia han muerto en los brazos de sus padres, para quienes el ver morir a sus hijos es el dolor más profundo de su existencia, y sin embargo sostengo que la esencia del ser humano es la bondad.
¿Por qué? porque el hombre no nace lleno de ira, de rencor, de indiferencia y rechazo a la vida, si no que son las circunstancias que va viviendo las que van quebrantando su autoestima, las que van malformándolo, haciéndolo violento y delincuente.
Pues, quien puede negar que un bebé es un ser lleno de bondad, es un ser que aún no se contamina de odio, hipocresía, mentira, ira, dolor.
Sólo apoyando este pensamiento cito a María Montessori, quien afirma: "Si la ayuda y la salvación han de llegar sólo puede ser a través de los niños, porque son los creadores de la humanidad"
Así también el autor Paulo Coello, en su obra "De la Quinta Montaña" menciona lo siguiente:
"Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto:
A ALEGRARSE SIN MOTIVO,
A ESTAR SIEMPRE OCUPADO CON ALGO
Y A SABER EXIGIR CON TODAS SUS
FUERZAS TODO AQUELLO QUE DESEA"
Enseñanzas que me quedan perfectamente claras, pues a cada día las experimento con el ser más noble, inocente, amoroso, tierno y maravilloso que es mi hijo, es por ello que sostengo, que la esencia del ser humano es la bondad.

2 comentarios:

  1. Querida Renata, casi creía lo que decías de los bebés hasta que ayer me toco cuidar dos horas a unos "cuates" de tres meses, y me dí cuenta que si no los cargan lloran y si los cargan dejan de llorar, ya a la tercera que me la hacían, me di cuenta que me estaban manipulando, jajaaja, no ya en serio creo que los niños son sagrados, quizá sea lo único sagrado que nos queda.

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  2. creo que el espíritu del hombre tiene tendencias homicidas, tanto como de dar vida... el valor máximo de nuestra cultura actual es la vida, pero al volverla fundamentalmente individualista, nos olvidamos del otro, y por lo tanto somos menos humanos.
    saludos

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